Julieta y su amiga: Un cuento para tus hijos e hijas
Publicado por Daniel Dominguez en
Julieta es una niña de 10 años. Ella va al 5to grado del colegio. Tiene muchas amigas con las cuales divertirse y aprender. A Julieta le gustan mucho las matemáticas, pero se le complica aprender español. “No podemos ser buenos en todo”, se dice Julieta a sí misma mientras le sonríe a su madre. Cuando crezca quiere ser matemática o estudiar física. O algo que tenga que ver con números y cálculos. Aún no sabe bien.
A Julieta le gusta contar todo. ¿Sabes cuántos huesos tiene el cuerpo humano? ¡Julieta seguro sabe! “206 huesos” Responde ella sin bacilar. Sus amigas siempre han sentido la confianza de preguntarle cosas sobre matemáticas. Pero ella es un poco tímida cuando intenta preguntar las cosas que no entiende. Su mamá le dice que no tiene nada de malo el no saber algunas cosas, que de eso se trata la vida: de aprender. Pero Julieta, que tiene 10 años, quiere comerse el mundo. Se pegunta si algún día podrá tener todas las respuestas a todas las preguntas. ¿Pero acaso eso no ya existía? Si buscabas algo en la web podías encontrar la respuesta. Aunque lo que quería Julieta era saberlo sin buscarlo.
Tal vez si memorizaba todo, podría responder a cada duda. Pero ahora, ¿cómo saber qué preguntaría la gente? Julieta necesitaba explorar el mundo. Conocer más y más. Hacerse más preguntas. Y luego de la respuesta, volverse a cuestionar. Sin embargo, había algo que ella por más que se esforzaba lo olvidaba. Sus exámenes en la materia de español demostraban cómo, a pesar de todos sus intentos, su memoria parecía escabullirse en esos precisos momentos en los que necesitaba una mano.
La mamá de Julieta notaba cómo sentía muchos nervios incluso al mencionar dicha materia. Ella sabía que su hija era una buena estudiante pero que, sin importar el esfuerzo, su pequeña Julieta no podía comprender con exactitud la composición de las palabras o frases. ¿Qué podía hacer ella como madre? Se lo preguntaba a diario. Hasta que una amiga suya le platicó de un objeto que le permitía a las niñas y los niños, tener cierta independencia y privacidad para construir seguridad y mejorar su autoestima.
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¿Un reloj, dices? – Le pregunto la madre de Julieta a su amiga.
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¡Sí! Pero no es un reloj cualquiera, ¡es uno inteligente! – replicó la amiga, emocionada mostrándole el reloj de su hija.
Desde que Julieta porta su pomo waffle 4x no solo es su mejor aliado para aprender mientras se divierte, sino que sus hábitos se transformaron, permitiéndole superar esos límites que ella consideraba imposibles de rebasar. Julieta entendió que no podía saberlo todo, pero que tenía un gran amigo que podía compartirle todo su conocimiento sin importar dónde se encontrara.